Ansiedad generalizada
Todos, en alguna medida, hemos aprendido a preocuparnos, pero en ocasiones, las preocupaciones pueden convertirse en causa de dolor y malestar.
La persona que sufre trastorno de ansiedad generalizada tiene una gran facilidad para preocuparse por muchos acontecimientos o actividades de la vida cotidiana, tales como, responsabilidades en el trabajo, la salud, la familia, la economía, y mucha dificultad para controlar las preocupaciones, lo cual va interfiriendo en el desempeño de las tareas cotidianas. Es un estado de preocupación que nunca termina.
Estas preocupaciones y el temor de que algo malo suceda, se manifiestan, en síntomas como: inquietud, irritabilidad, tensión muscular, dificultad para concentrarse o problemas para dormir.